lunes, 6 de agosto de 2012

Los hacedores del fuego.



Nos hemos acercado otra vez hoy. Nuevamente, nos han ofrecido comida.
Mostramos recelo, como de costumbre, para luego aceptarla, sin dejar de estar alertas mientras comiamos.

La mitad de nuestro grupo original, volvió a optar por pasar de ellos. No los entiendo, realmente. Cuando hablamos sobre ellos en nuestras caminatas por el bosque, solamente responden con gruñidos amargos. 

Pero para el resto de nosotros, hay un iman. Algo que nos atrae fuertemente. Más allá de la comida, más alla de sus voces llenas de autoridad que tanta admiración nos causan. Más allá aun de su capacidad para crear esa luz calurosa, a la que llaman fuego.


Lo hemos decidido hoy. Nos han prometido alimento y calor a perpetuidad. Les hemos prometido protección y vigilancia. Hemos firmado el pacto de la garra y el garrote bajo la lumbre del "fuego".



Relato propio, basado en las obras de Jack London

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